Asignación de Capital

La más importantes de la dirección general de una empresa es la asignación de capital humano y financiero a las mejores actividades. Colocar capital en proyectos sin rentabilidad es como asignar al mejor vendedor a acomodar papeles en la oficina en lugar de vender. Así como asignar a la persona correcta a la actividad correcta es escencial para llegar a los objetivos del negocio, el capital también tiene que ser bien colocado.

Si la dirección constantemente asigna los recursos a los mejores proyectos la empresa estará generando valor económico, si se eligen malas inversiones se destruye valor.

El capital financiero puede generarse se fuentes internas (operación o venta de activos) y de fuentes externas (deuda o aportación de capital). Este capital se puede emplear en el negocio (CAPEX, capital de trabajo, adquisiciones, investigación etc.) o se le puede devolver a los accionistas (vía dividendos, recompra de acciones y pagando deuda).

En teoría suena muy sencillo y directo, elegir dónde el capital tendrá mejor uso pero en la práctica hay muchas más variables y las decisiones de inversión pueden tener consecuencias de segundo y tercer grado. En otras palabras puede haber proyectos con beneficios de corto plazo pero grandes costos en el largo plazo. Por ejemplo, cerrar una sucursal con pérdias tiene sentido financiero pero habrá que analizar también el impacto en la moral del equipo, reputación y acciones de los competidores (aún considerando esto puede ser una buena decisión).

Elegir es renunciar, elegir los proyectos más rentables es rechazar muchas otras oportunidades de inversión. Existirán proyectos que generen crecimiento en ventas que incluso siendo ventas con alto margen bruto puede no ser buena inversión porque hay que evaluar los flujos del proyecto en relación a lo invertido. Es mejor inversión ganar $100 habiendo invertido $100 que ganar 10x más ($1,000) habiendo invertido $100,000.