Fragmenta y Triangula
A una empresa jamás se le recomienda hacer silos de información o hacer cualquier proceso burocrático. La organización necesita agilidad para responder ante los cambios. Pero por otro lado, las finanzas personales deben hacer lo opuesto: fragmentar y triangular.
Cuando un empresario comienza a tener una masa patrimonial considerable es común que el mismo financiero o contador de la empresa asesore el patrimonio personal. Primero que nada, esto es un riesgo. Aunque cuenten con toda la confianza del dueño del negocio, “zapatero a sus zapatos”, es diferente el manejo patrimonial a la tesorería de una empresa.
En este punto, es importante contar con un asesor financiero no operativo. Es decir, un experto financiero que no maneje las cuentas y que no esté acargo de las declaraciones fiscales, podrá conocer la información pero no debe tener control total sobre el patrimonio. Con decisiones tan importantes como las inversiones familiares, es escencial triangular la información, verificar en más de una fuente si es la decisión más adecuada.
La triangulación de decisiones es factible en inversiones y no en la operación porque en inversiones hay un par de decisiones al año que marcan la diferencia, en operaciones puede haber docenas de decisiones al día por lo que alentarlas sería costoso.
Un asesor patrimonial y el asesor fiscal deben tener acceso a toda la información financiera relevante para cubrir los riesgos. Pero quien se encargue de ejecutar las inversiones como un ejecutivo del banco, algún fondo en el que se invierta o el contador de la empresa, no deben contar con toda la información, esta debe estar fragmentada por seguridad.
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